Señor Director:
"Muchas son las cosas que hemos leído y oído durante estos últimos meses en relación con el fallecimiento de María Marta García Belsunce de Carrascosa. Sólo pretendemos, en estas pocas líneas, dar nuestro testimonio como personas que tuvieron el enorme placer de conocerla. Nos referimos, concretamente, a lo vivido durante su velorio.
"Llegamos pasadas las 9 y permanecimos acompañando a la familia en horas tan difíciles.
"Pudimos observar dolor y profunda consternación en los integrantes de las familias y de los muchos amigos que gozaban de la amistad de María Marta. Acompañamos a Carlos, que estaba profundamente abatido, mientras recibía las condolencias de quienes se acercaban a saludarlo. El resto del tiempo se lo veía en profundo silencio, sumido en una tristeza inconmensurable.
"Durante una larga hora, mientras se esperaba el comienzo del responso, todos los presentes nos reunimos en el living de la casa en sobrecogedor silencio, despidiendo cada uno -a su manera- a María Marta. Luego se ofició una sentida oración y al terminar nos trasladamos hasta la Recoleta.
"Hemos aprendido desde chicas el respeto que debemos guardar a la memoria de los muertos. Quienes pueden aportar pruebas fehacientes que lleven a determinar la identidad de el/los asesinos están obligados a decir lo que saben frente a las autoridades. Quienes sólo pueden aportar "chismes" o "conjeturas", con los que logran cierta notoriedad (tan fácil de conseguir en nuestros días), deberían callar, evaluar el enorme daño que sus vanas palabras producen y pensar que para ellos y sus seres queridos reclamarían el mismo silencio respetuoso que los invitamos a adoptar.
"Por su vida y su obra en beneficio de niños y pobres, María Marta no sólo no merecía una muerte tan cruel (nadie la merece); menos aún corresponden los comentarios que sobre ella se han vertido."
Cecilia Inés Ricagno DNI 13.211.055
Susana Ricagno DNI 11.986.017
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