Web Toolbar by Wibiya Caso García Belsunce: "Siempre pensé que había sido un accidente"

sábado, 12 de abril de 2003

"Siempre pensé que había sido un accidente"

Por primera vez desde que se hizo público el asesinato de María Marta García Belsunce, su marido, Carlos Carrascosa, aceptó ayer dar una entrevista televisiva en la que reiteró su inocencia y leyó una carta dirigida “a la gente”.

El diálogo con el periodista Luis Majul tuvo lugar a las 15 hs, en la quinta de uno de los abogados de Carrascosa, Jorge Licinio Scelzi, en el barrio de La Horqueta, en San Isidro.

Presentes en el lugar –aunque fuera de cámara– y por pedido del viudo de María Marta, se encontraban el hermano de la víctima, Horacio; su hermanastro, John Hurtig, y su cuñado, Guillermo Bártoli.

En un clima de “mucha tensión”, como “de velorio”, según dichos de Majul, un Carrascosa con la barba crecida y la voz pausada, dijo no estar “en el mejor de los mundos; he perdido a la mitad de mi vida: mi mujer. No puedo creer por lo que estoy pasando”, sostuvo.

Fueron las únicas palabras espontáneas. Después de pronunciarlas, solicitó al periodista que le dejase leer una carta, que se reproduce a continuación:



“Esta es la palabra de un hombre que sabe de su inocencia y cree en la inocencia de todos sus familiares y amigos.

Siempre pensé que la muerte de María Marta fue un accidente. No podía pensar otra cosa. El médico me lo confirmó. El dolor de todos hizo realidad mi pensamiento.

Todos actuamos de buena fe, incluso las autoridades que vinieron. El dolor era muy grande, había muerto una gran mujer. Era muy difícil actuar sin sentir. Me hago responsable de todo lo que expreso y asumo las consecuencias.

Los principios de mi mujer los mamé durante 31 años. Ella estaría actuando de la misma forma. Cuando uno es inocente y sus afectos también, debe expresarlo.

A todos aquellos periodistas que hicieron historias alrededor del caso, los comprendo porque muchos quizá creyeron que es su trabajo.

A todos aquellos allegados que no se quisieron meter, también los comprendo porque conozco la vida.

Nunca tuve una amenaza. No escondo nada. Todos pensaron ¿por qué? Siempre se dijo que en casa había plata y algo faltó. Así consta en mi declaración en el expediente y también en la denuncia por la desaparición de una caja perteneciente a la Asociación Damas del Pilar, con pesos y chequeras.

Seguramente la Negra encontró al ladrón, lo conoció y ése la mató. A los jueces y fiscales les pido que hagan lo que corresponde.

A ellos, a los periodistas y a mis abogados: sigan adelante hasta aclarar el homicidio. Es lo único que me importa. En realidad, a la Negra no me la devuelve nadie.

Por favor, no permita la sociedad que se juegue con el dolor. Como pueda, le pido a la gente que me ayude y acompañe a encontrar al asesino de María Marta. Lo que hoy me pasa le puede suceder a cualquiera, y no se lo deseo a nadie.”


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