Web Toolbar by Wibiya Caso García Belsunce: El ADN no era de Pachelo

viernes, 19 de diciembre de 2003

El ADN no era de Pachelo


Los restos de sangre hallados en la casa del country Carmel, de Pilar, donde fue asesinada María Marta García Belsunce, sean de la masajista Beatriz Michelini o de Nicolás Pachelo, el ex vecino al que los familiares de la víctima acusan de haber participado de algún modo en el crimen.
No ocurrió lo mismo con José Ortiz, el ex vigilador del country y uno de los primeros en llegar a la escena del crimen el día del homicidio, el 27 de octubre de 2002. Fuentes judiciales confiaron a LA NACION que, en su caso, no se puede descartar todavía un resultado positivo, puesto que aparecieron coincidencias entre su patrón de ADN y el de los restos, pero que no resultaron concluyentes.
La exclusión de Michelini y, en especial, la de Pachelo, colocó en una incómoda posición a los familiares y amigos de la víctima que, hasta ahora, se negaron a ser sometidos al examen comparativo. Según las sospechas del fiscal de Pilar Diego Molina Pico, estaría el presunto autor del homicidio. Los allegados de María Marta se han opuesto, hasta ahora, a someterse a la extracción de sangre, pues consideran que los estudios previos no están concluidos y sostienen que no están dadas las condiciones para garantizar la transparencia e imparcialidad del examen. En su negativa encontraron, hasta ahora, el aval del juez de garantías de San Isidro Diego Barroetaveña.
Las fuentes judiciales consultadas explicaron que las dudas sobre el examen al que fue sometido el vigilador Ortiz se deben a que aparecieron marcadores genéticos coincidentes en la comparación de su ADN con el de aquellas muestras en las que hay mezclas de material orgánico, tanto con sangre de la víctima como con la de un posible segundo hombre.
A pesar de esas coincidencias, expertos consultados por LA NACION dijeron que son necesarias nuevas evaluaciones -y, eventualmente, estudios complementarios- para llegar a un resultado que, finalmente, excluya al vigilador o lo marque como la fuente de los restos hemáticos levantados de la escena del hecho.
Por caso, esas mismas coincidencias que aparecen en el caso de Ortiz no se dieron en los de Pachelo y de Michelini, aplicado el mismo método comparativo, se explicó. De ahí que el ex vecino y la masajista fueran excluidos como fuente de los restos hemáticos hallados en el Carmel.

LAS MUESTRAS PROBABLES
Calificadas fuentes de la causa confiaron a LA NACION que son tres las muestras recogidas en la escena del crimen con cuyos patrones genéticos existen signos de coincidencia que, en una primera instancia, no habilitan a los peritos a descartar que se trate de sangre del ex vigilador de Carmel.
Las fuentes se refirieron a muestras recogidas por los expertos en rastros, en diciembre del año pasado, en un cuadro colgado en la pared que separa el dormitorio de la víctima con el baño en suite, donde fue hallado el cadáver de María Marta, con el torso sumergido dentro de una bañera de hidromasaje llena de agua caliente.
Según consta en la causa, las muestras en cuestión son una mancha que estaba en el extremo inferior izquierdo del cuadro y que los peritos levantaron de allí con una gasa; otra situada en el mismo lugar, pero separada del vidrio mediante un raspado, y una serie de salpicaduras en el mismo soporte.
El patrón genético extraído de las salpicaduras coincide con el de una huella dactilar que quedó impresa en una de las paredes de la escena, y sería compatible, además, con los rasgos genómicos de al menos un hombre. A su vez, los restos recogidos a través del raspado tendrían también compatibilidad con aquella huella dactilar y, además, no coincidirían genéticamente con el patrón de ADN de la víctima.
En cambio, los restos hallados en la misma zona del cuadro que los precedentes, pero levantados con una gasa, están mezclados con sangre de la víctima.
Las fuentes dijeron que, en el caso de Ortiz, varios "alelos" (marcadores genéticos que se buscan en las muestras cuando se realiza un estudio comparativo de ADN) coinciden con los de los restos.
Pero otros estudios dejan margen a las dudas. Por ejemplo, confiaron, el análisis del cromosoma Y -uno de los que constituye la identidad del sexo- ofrece indicios de que podrían excluir a Ortiz de un cotejo positivo.
A la hora de explicar por qué las coincidencias advertidas no pueden todavía ser consideradas como un dato concluyente de identidad, expertos consultados explicaron que, al tratarse de una mezcla de material orgánico de más de una persona, podría darse el caso de que existieran "alelos" de la muestra de Ortiz que coincidan con el patrón genético de uno y otro de los componentes de la mezcla. Pero esa sumatoria de coincidencias, que cuantitativamente sugeriría un cotejo afirmativo podría, en realidad, no sería tal.
Para establecerlo cabalmente, los peritos oficiales revisarán los estudios este fin de semana con el objetivo de intentar "separar", en el examen, los componentes mezclados.
Ya pasaron Pachelo, Michelini y Ortiz. Ahora resta que se sometan al mismo estudio el viudo, Carlos Carrascosa; los hermanos de la víctima Horacio García Belsunce (h.), Irene y John Hurtig; Guillermo Bártoli, esposo de Irene, y los amigos de la familia y vecinos de Carmel Viviana y Sergio Binello y Nora "Pichi" Burgues de Taylor.
Carrascosa fue quien encontró el cadáver y ya está procesado como presunto autor material del homicidio. Michelini entró poco después que él; el vigilador Ortiz, según consta en la causa, estaba parado en la puerta de la casa justo cuando confluyeron allí el viudo y la masajista, minutos antes de las 19 del domingo en que ocurrió el crimen.
García Belsunce (h.), los Hurtig, los Binello y "Pichi" Taylor llegaron más tarde. Excepto Viviana Binello e Irene Hurtig, todos ellos fueron indagados por el presunto encubrimiento del crimen.

PROTAGONISTAS

BEATRIZ MICHELINI: La masajista de la víctima fue la segunda en tener contacto con el cadáver de María Marta. Intentó incluso realizar tareas de reanimación a la víctima. Limpió la sangre del piso del baño, con lo que borró rastros del crimen. Fue indagada por encubrimiento agravado.
JOSÉ ORTIZ: Vigilador de la firma Cazadores. Estaba en la puerta de la casa cuando se encontró el cadáver. Algunos de sus ex compañeros lo acusaron de haber robado en varias casas. La familia de la víctima sospecha de él. No se descartó que sea suya la sangre hallada en la escena del crimen.

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