Web Toolbar by Wibiya Caso García Belsunce: Declaración Testimonial del Dr. Moreira

martes, 20 de mayo de 2003

Declaración Testimonial del Dr. Moreira

/// la Ciudad de Pilar, a los 20 días del mes de mayo del año dos mil tres, comparece ante el suscripto y Secretaria de Actuaciones, una persona previamente citada, a quien se le hace saber que se le recibirá declaración testimonial, como así de las penas con que se castiga el delito de falso testimonio (art. 275 del Código Penal) y el art. 235 del C.P.P. y que depone bajo juramento o promesa de decir la verdad de todo cuanto supiere o le fuere preguntado, haciéndolo de acuerdo con las creencias o convicciones cívicas del compareciente y en este acto, bajo la fórmula "lo juro". Preguntando que es, dijo y llamarse Héctor Horacio Moreira, DNI 10.177.671 (triplicado) el que exhibe y retiene, nacido el 26 de noviembre de 1951 en Capital Federal, de estado civil casado, de nacionalidad argentina, de ocupación médico forense para la Policía científica Departamental de San Isidro, domiciliado en la calle Juan José María Paz 708 de Florida, partido de Vicente López, provincia de Buenos Aires, teléfono 4791-9017. Interrogado que fue por las generalidades de la ley manifestó que no le comprenden. Se deja constancia que se encuentra presente en el acto el Dr. Scelzi y el Dr. Moret, co-defensores del imputado Guillermo Bartoli. A nuevas preguntas dijo que desde hace 5 años que se encuentra contratado por el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, afectado a la Policía Científica. Que debido a que había trabajado anteriormente con el Dr. Molina Pico y como tenía buenas referencias, el Fiscal lo llamó a integrantes de la Policía Científica en particular o, de lo contrario actúa el médico de la guardia para el caso de que se solicite cualquier médico legista. Que el Dr. Molina Pico le indicó la fecha y el lugar (Morgue Judicial de la Nación) en que se llevaría a cabo la autopsia. Refiere que hasta ese momento no había tenido conocimiento oficial del hecho aunque, el dicente, había escuchado algunos comentarios radiales sobre lo ocurrido. Que el dicente había escuchado que la mujer había tenido traumatismos y había fallecido en su domicilio. Que ante ello, le pidió a Molina Pico si podía concurrir al lugar del hecho para poder actuar con mayores conocimientos de lo ocurrido para poder relacionar después de la autopsia las causas, mecanismos, data y manera de la muerte. Que ante este pedido, el Dr. Molina Pico lo autorizó a concurrir al lugar del hecho (cree que fue el sábado) y así lo hizo con el Dr. Gatti - jefe del Cuerpo médico-. Que en el lugar del hecho trató de hacer un examen de visu y Horacio García Belsunce les abrió la puerta y le indicó la posibilidad de que se haya golpeado con las canillas del baño y lo llevó hasta el lugar. Que el dicente tomó una serie de notas y medidas relacionadas con los grifos, y observó el lugar del hecho. De que el Dr. Flores no concurrió ya que cree que estaba de vacaciones. Que el día lunes 2 de diciembre, se constituyó con el Dr. Flores en la morgue donde fue atendido por el Dr. Vázquez Fanego -médico forense de turno en la morgue judicial de Capital Federal-. Explica que normalmente se trabaja en pareja, en la cual un médico trabaja con su equipo en acciones directas sobre el cuerpo, y el otro médico participa directamente protocolizando lo que el otro médico le dicta. Que ello es para que un médico se avoque directamente en el cuerpo. Que el dicente fue el encargado de actuar sobre el cuerpo de quien en vida fuera María Marta García Belsunce. Explica que igualmente el Dr. Flores participó y visualizó todas las acciones que realizaba el deponente. Relata que luego de llegar a los 10 ó 15 minutos le avisaron que había llegado el cajón con la difunta. Que la Policía Científica de San Isidro comenzó a filmar desde que se acerca el cajón y se tomó nota de que el féretro correspondía a la víctima. Que luego se procedió a la apretura del cajón (lo desoldaron) el que contenía formol. Explica que como había exceso de formol tuvo que desoldarse en parte manualmente para evitar cualquier explosión. Que se destapó el féretro, el cuerpo estaba muy húmedo por el formol. Permanecía conservado y el putrílago estaba dentro del cuerpo. Que el formol permitió conservar el cuerpo como si fuera una muerte de 36 a 72 horas. Que el estado del cuerpo estaba en un estadío de la putrefacción avanzada y enfisematoso terminal. Que comenzada la autopsia notaron, en primer lugar, que el cadáver estaba con una toalla color roja humedecida con manchas y con formol que le cubría parte del hemicráneo izquierdo y parte de la cara izquierda. Que la víctima estaba vestida con una bata blanca en el torso de seda fina típica de una media mortaja con forma que se adapta al torso. Que tenía un pantalón elastizado color azul, vestía bombacha pero no corpiño. Que tenía aritos y una pulsera, y una muñequera en la mano derecha elástica con manchas que podrían ser de sangre. Que cuando sacaron el cuerpo del cajón, apartaron la toalla y le sacaron la blusa blanca que tenía en el torso. Que se sacó el cuerpo, se colocó boca abajo en la camilla y se comenzó con la necropsia (ver el cuerpo por afuera). Que en la inspección general, sacaron todo lo superficial (elementos de medio ambiente adheridos al cuerpo, ej.: pantalón, etc.) y en esa inspección entra la indagación de las prendas. Que dentro de esos elementos se sacó del bolsillo izquierdo del pantalón un pañuelo con manchas que podrían ser de sangre. Que después se avocaron a la inspección del cuerpo, particularmente, donde podrían encontrarse lesiones como ser dentro de la boca, debajo de las axilas, etc. Lugares donde a simple vista no suelen visualizarse lesiones. Que luego dieron vuelta el cadáver (boca arriba) e hicieron la misma inspección. Que allí notaron que la piel y faneras se desprendían fácilmente, las uñas estaban muy cortadas al ras de los pulpejos. Que en cuanto a las lesiones, presentaba los hematomas detallados en el protocolo. Relata que la fractura del tercer arco costal izquierdo que presentaba era de carácter no vital, es decir, que se produjo después de la muerte. Que al examinar la cabeza, todavía con el cabello, notaron la presencia de los hematomas pero no las lesiones contuso-punzantes que describieron en primera instancia y que luego resultaron ser contuso-perforantes. Aclara que, para ese entonces, ya le habían dicho que la víctima había sufrido lesiones en la cabeza. Que este examen todavía se hace con el pelo de la víctima, el que estaba de forma lacia, semi-corto y teñido. Que el cabello estaba impregnado con el formol. Que a simple vista, reitera, que sólo se veían las lesiones contusas cerradas, es decir, que no se veía ninguna lesión abierta (a la que llaman heridas), es decir, que no observó hasta ese momento, lesiones producidas por arma de fuego, dejando aclarado que el cadáver fue visto por primera vez a 36 días de evolución. Que luego se pasó la manos sobre el cabello, el que se desprendió solo y fácilmente. Que allí observaron una primer área en región temporo frontal izquierda, primera zona de contusión. Que esto es muy apreciable visualmente, tanto en las fotos como en el video. Que esa primera zona de contusión se va aclarando hacia atrás y hacia arriba a medida en que se va desprendiendo del cuero cabelludo. Que completada la tarea de eliminar el pelo, vieron con dificultad esa primera zona, lo que les pareció cuatro lesiones de tipo contuso punzante, es decir, que hasta ahí no hablaban de penetrante ni perforante porque eran lesiones (si bien con apariencia redondeada) cuyos bordes estaban encimados, sin apertura, y se confundían con un grupo de cuatro lesiones con características contuso punzantes. Que siguieron el recorrido y vieron una quinta lesión con las mismas características con algo más de apertura. Preguntando por SS para que diga si hubiera detectado si las lesiones estaban pegadas con pegamento, responde que lo hubiera detectado si ese pegamento estaba al alcance de la vista o de la mano. Preguntando concretamente para que diga si en este caso notó la presencia de algún pegamento o químico que pudiera haber provocado el cerramiento de las lesiones responde que no. Reitera que  afirma no haber detectado la presencia de pegamentos ya que hubiese dejado asentado de tal forma en el protocolo y lo hubiera remitido al Laboratorio Químico Judicial para investigarlo. Continúa diciendo que luego de la quinta lesión, observaron una sexta lesión en la piel con forma triangular y con características de herida contusa (no punzante ni perforante). Que ello le señaló al dicente que esa lesión había sido causada por un instrumento distinto. Que, teniendo en cuenta esas lesiones y como deben describir las características de los orificios, utilizaron una pinza o una tijera para separar los bordes de los orificios para determinar, en primer lugar, las características macroscópicas de los bordes para estableces si son introvertidos o extrovertidos para despejarse las dudas de si son orificios de bala o no, más allá de las versiones dadas o de lo que pudo observar en el lugar del hecho. Refiere que ese es el procedimiento que siempre debe seguir. Continúa diciendo que al hacer ese primer análisis no detectó en los orificios características que indiquen que hayan sido causadas por un proyectil. Aclara que todavía estaban en el examen macroscópico. Que concretamente encontró en los orificios que los bordes eran introvertidos. Que allí hizo la primer diferenciación entre las primeras cinco lesiones con características similares con la sexta lesión que tenía características de herida contusa. Que hasta allí llegó al análisis de la piel y comenzó la operación de autopsia propiamente dicha la que permitió encontrar las lesiones en el cráneo. Que esas lesiones son de dos tipos, una que tenía características de fractura conminuta (partido en varias partes) y hundimiento. Que esa lesión estaba inmediatamente por debajo de ese grupo de cuatro lesiones y se correspondía con la misma zona. Que le otro tipo de lesiones estaba más atrás y arriba, que se correspondía con la quinta lesión en la piel. Relata que mientras en la piel las lesiones eran contuso punzantes, en el hueso eran heridas contuso perforantes. Que hasta ese momento, todavía no podían decir con certeza que habían sido provocadas por un proyectil, máxime que no tenían orificio de salida. Que por último encontraron en la calota craneana la sexta lesión que se corresponde con la herida denominada en el protocolo como 6 y lo describieron como la impronta (marca que deja) de lo que podría ser un rebote de proyectil. Que ahí es la primera idea que surge de que podía ser un rebote de proyectil ya que se dieron cuenta que esa herida era característica de un rebote que provoca era herida en la piel y el hueso. Que luego de ellos, se procedió al examen del cerebro (que estaba totalmente licuado) y detectaron la presencia de los proyectiles. Que allí le avisó al Dr. Flores e inmediatamente, le trajeron el tamiz y se encontraron 5 proyectiles. Preguntado para que diga si en algún momento introdujo los dedos en las lesiones de piel responde que no. Explica que al introducir los dedos en los orificios está contra indicado ya que se deforman los bordes de las lesiones. Preguntado para que diga qué lesiones o particularidades tendrían que haber visto las personas que vieron (no médicos o médicos no experimentados en práctica forense) el cuerpo de María Marta García Belsunce respecto a las lesiones que presentaba responde que, a su entender, no pudieron dejar de ver la llamativa salida de sangre y masa encefálica desde el cráneo. Refiere que la persona común, no médico, pudo no haberse dado cuenta tranquilamente que esas lesiones eran producto de disparos de arma de fuego. En cuanto a un médico no especializado en prácticas forenses, también pudo no haberse dado cuenta que eran heridas producidas por proyectiles. Agrega que cualquier persona que hubiese presionado el cráneo, hubiese advertido que tenía una fractura. Aclara que con el solo tocamiento o deslizamiento sobre el pelo, no se podía haber detectado esa fractura. Preguntado para que diga si un médico no especializado en práctica forense, luego de detectar las heridas y el hundimiento del cráneo debía necesariamente deducir que eran consecuencia de proyectiles de armas de fuego respondió "de ninguna manera, nosotros recién nos dimos cuenta después que realizamos la autopsia"(sic). Preguntado para que diga si luego de que alguna persona introduzca su dedo en alguna de las heridas que presentaba en la piel la víctima, igualmente éstas podrían haberse cerrado tal como el dicente las observó, responde que sí, que ello puede ser producto de la putrefacción y del formol. Preguntado a instancia del Dr. Scelzi para que diga qué personas estuvieron presentes en la autopsia y qué participación tuvo cada uno de ellas, responde que la sala de morgue tiene cinco mesas en las que estaban el resto de las parejas de médicos trabajando sobre otros cuerpos. Que en la mesa donde estaba el cuerpo de María Marta García Belsunce estaba el dicente y el Dr. Flores (como pareja principal de médicos), el eviscerador que es el Sargento Mario Sak, y estaba representando a la instrucción el subcomisario Becerra. Que después estaba como médico forense de turno, el Dr. Héctor Vázquez Fanego -quien no participó activamente de la autopsia- y una ayudante cuyo nombre no recuerda. Preguntado a instancia del Dr. Scelzi para que diga si durante la práctica de la autopsia conversó con el resto de las personas respecto de lo que venía viendo en el cuerpo responde que con el Dr., Vázquez Fanego y con el Dr. Flores conversaron respecto de la posible naturaleza de las lesiones. Preguntado a instancia del Dr. Scelzi para que diga si mientras realizaron la diligencia recibieron un llamado telefónico del Fiscal de la causa responde que recuerda que en dos oportunidades vio salir de la sala de autopsia al Subcomisario Becerra quien, al regresar, le comentó algo al Dr. Flores quién salió. Que allí se enteró que estaba hablando con el Fiscal pero no puede precisar lo que hablaron ni quién llamó a quién. Que Flores le dijo que el Fiscal le había comentado que había un elemento que estaba secuestrado (se trataba del atizador) y que podía tener relación con las lesiones. Que el Fiscal le dijo a Flores (según Flores le comentó al disidente) que ese elemento tenía manchas que podrían ser sangre y que se lo decía para ver si podía tener utilidad. Preguntado para que diga si hubo diferencias entre el Dr. Flores y el disidente respecto a conclusiones de la operación responde que no. Preguntado a instancia del Dr. Scelzi para que diga durante cuánto tiempo se produce la salida de sangre y masa encefálica por las heridas como las de la víctima responde que durante las primeras 12 horas. Aclara que si la cabeza estuvo sumergida el agua no hace ningún efecto y sigue saliendo sangre y masa encefálica. Que es todo, no siendo para más se dio por finalizado el acto previa lectura en alta voz por parte de la Actuaria, firmando el compareciente y los letrados para constancia y conformidad, después de S.S. y por ante mí que doy fe. 


Ver declaración del doctor Flores



No hay comentarios :

Publicar un comentario