Web Toolbar by Wibiya Caso García Belsunce: Carrascosa beneficiado por una nueva resolución

sábado, 31 de julio de 2004

Carrascosa beneficiado por una nueva resolución


El caso por el homicidio de María Marta García Belsunce se quedó, por ahora, sin procesados y, por lo tanto, tampoco será debatido aún en juicio oral y público. La Cámara en lo Criminal de San Isidro resolvió dejar firme el fallo con el cual el juez de Garantías Diego Barroetaveña había revocado la medida de coerción del viudo, Carlos Carrascosa, por insuficiencia de pruebas.
Dispuso, además, mantener apartados del caso al fiscal que investigaba el crimen, Diego Molina Pico, y al camarista del distrito Fernando Maroto, que siempre consideraron al esposo de la víctima como presunto coautor del homicidio ocurrido el 27 de octubre de 2002 en el country Carmel, de Pilar.
Fuentes judiciales confiaron a LA NACION que Molina Pico apelará ante el tribunal de Casación la decisión de los camaristas de San Isidro Emilio Rodríguez Mainz y Margarita Vázquez.
Esas fuentes dijeron, además, que el jefe de los fiscales de ese distrito y superior de Molina Pico, Julio Novo, también analizaba las resoluciones para, eventualmente, hacer un planteo "técnico" de aquella decisión ante el órgano judicial de alzada, especialmente vinculado con el dictado de la falta de mérito de Carrascosa y con la recusación del fiscal de Pilar.
Maroto, en tanto, no sólo irá a Casación para pelear jurídicamente su continuidad en el caso. Denunció a Rodríguez Mainz y a Vázquez ante la Suprema Corte bonaerense; los acusa de prevaricato (dictar fallos contrarios a la ley) por haber resuelto sin contar con su voto.
Los camaristas, junto con Gustavo Herbel, habían concedido, por pedido de la defensa de Carrascosa, el apartamiento de Maroto. Este considera que, al haber apelado y disponer de la vía de recurrir a Casación, su separación del caso no estaba firme, por lo que el voto de Rodríguez Mainz y Vázquez contra Molina Pico resulta ilegal.

RESPUESTA EN CONTRARIO
En la primera de sus cuatro resoluciones -a las que accedió LA NACION- los camaristas atendieron, precisamente, si debían o no hacer lugar a la apelación que Maroto había interpuesto por su recusación.
La consideraron presentada en tiempo, pero sostuvieron que los motivos por los cuales previamente se había admitido su apartamiento ("circunstancias que, por su gravedad, afectaran su independencia e imparcialidad") hacían que Maroto hubiera perdido la facultad de intervenir en el proceso. Ante eso, advirtieron que su posibilidad de recurrir la medida ante Casación, atento a las reglas del código procesal penal provincial, era inadmisible.
Luego, Rodríguez Mainz y Vázquez analizaron las apelaciones presentadas por Molina Pico sobre tres puntos: el desprocesamiento de Carrascosa, el rechazo a su pretensión de que la causa por el homicidio fuera elevada a juicio oral y público, y su propia separación de la causa.
En el análisis, los tres puntos fueron tamizados bajo el mismo criterio: para los camaristas, las resoluciones de Barroetaveña no causan gravamen irreparable al fiscal, como sí, en cambio, ocurriría con el imputado, al que en defensa del debido proceso y el aseguramiento de la defensa se le habilitan las vías recursivas ante tribunales superiores.
Ese fue el caso, precisamente, del curso que corrieron las apelaciones presentadas por el propio Carrascosa cuando la Cámara le revocó la morigeración de prisión preventiva (con libertad bajo caución) con la que lo había beneficiado Barroetaveña.
Respecto de la recusación, los camaristas entendieron que Molina Pico forma parte de una unidad, que es el Ministerio Público, por lo que ante su apartamiento otro fiscal de Pilar o de San Isidro podría tomar a su cargo la investigación.
Sobre el desprocesamiento, concluyeron que el dictado de una libertad por falta de mérito no causa agravio al Ministerio Público. Esa pretensión también fue declarada inadmisible para el tribunal.
Confirmado en esta instancia el desprocesamiento del viudo, la pretensión de Molina Pico de que fuera revocada la decisión del juez Barroetaveña de no elevar la causa a juicio también quedó sepultada.
Aunque para la defensa de Carrascosa esto es "cosa juzgada", el fiscal y Maroto prometen seguir la pelea.

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