Web Toolbar by Wibiya Caso García Belsunce: Fiscales enfrentados

viernes, 23 de marzo de 2007

Fiscales enfrentados


Mientras dos nuevos testigos comprometían la coartada de Carlos Carrascosa en el juicio oral que se sigue en su contra por su presunta responsabilidad en el homicidio de su esposa, María Marta García Belsunce, una reacción del fiscal Diego Molina Pico en la sala de audiencias puso al descubierto una fractura en el grupo de representantes del mi- nisterio público encargados de acusar al marido de la víctima.
"Es poco común que la fiscalía esté en una situación como ésta. Es incómodo. Lo dije en la primera audiencia: quien iba a llevar adelante el debate iba a ser yo. Y, según la resolución de la fiscalía general, los otros fiscales iban a coadyuvar. Las preguntas que está haciendo mi colega ya fueron contestadas", expresó Molina Pico ante la sorpresa los jueces, abogados y periodistas que estaban en la sala de audiencias del segundo entrepiso de los tribunales de San Isidro.
Luego de escuchar la queja de Molina Pico contra su colega Diego Grau, la jueza María Angélica Etcheverry preguntó si quería seguir interroganado a la testigo. Entonces, Grau dijo que no haría más preguntas y no volvió a hablar durante el resto de la audiencia.
El cuerpo de María Marta fue encontrado el 27 de octubre de 2002, en su casa del country Carmel, de Pilar. En principio, la familia dijo que la vicepresidenta de Missing Children Argentina había muerto al golpearse la cabeza cotra la bañera.
Pero la autopsia realizada un mes después determinó que, en realidad, había sido asesinada de cinco balazos en la cabeza. Según lo declarado por varios testigos durante la instrucción, Molina Pico estuvo en el velatorio realizado al día siguiente del crimen y vio el cuerpo de la víctima en la cama, pero, en ese momento, no ordenó la autopsia.
La reacción de Molina Pico durante la audiencia de ayer se produjo cuando declaraba la testigo Claudia Narciso, quien el día del crimen de García Belsunce fue a buscar a su hermana Cintia al restaurante club house del country Carmel, pero no pudo precisar a qué hora lo hizo, ni si vio allí a Carrascosa, como declaró anteayer Alba Benítez, la encargada del local.
La declaración de Narciso sirvió para confirmar los dichos de Benítez, quien había afirmado que, minutos antes del hallazgo del cuerpo de María Marta, tomó un café con Carrascosa en el club house. El testimonio de Benítez fue refirmado en la audiencia de ayer por el mozo Gerardo Oberndorfer y por el ayudante de cocina Javier Castro (ver recuadro).

MALESTAR
El malestar de Molina Pico con sus colegas no era nuevo, pero estalló ayer.
Todo comenzó hace cuatro meses cuando el fiscal general de San Isidro, Julio Novo, designó al mencionado Grau y a los fiscales John Broyad y Ariel Apolo para que ayudaran a Molina Pico en el juicio.
Pero el 20 de febrero pasado, en la primera audiencia del juicio, Molina Pico se distanció de sus compañeros y destacó que sería él quien dirigiría los interrogatorios de los testigos y la acusación contra Carrascosa.
En definitiva, ayer, en la sala de audiencias se reflejó lo ocurrido durante poco más de un mes de debate. Por momentos, se advirtió que Molina Pico daba la espalda a sus compañeros y no permitía que participaran en la confección de la lista de testigos.
Este hecho constituyó un claro indicio de la falta de confianza del fiscal instructor hacia sus colegas quienes no compartirían la hipótesis de Molina Pico sobre que el móvil del crimen de García Belsunce habría sido el supuesto vínculo de uno de los integrantes de su entorno con el lavado de dinero proveniente de la banda de narcotraficantes mexicanos conocida como el Cartel de Juárez.
Dicha hipótesis tuvo un duro golpe un mes antes del comienzo del juicio cuando el Tribunal de Casación Penal bonaerense sobreseyó a Nora Burgues de Taylor, la vecina de la víctima que estaba acusada de encubrimiento.

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