Web Toolbar by Wibiya Caso García Belsunce: No llores Argentina

domingo, 20 de noviembre de 2011

No llores Argentina

Se dictó sentencia a la cooperativa familiar que habría ocultado el Crimen de la socióloga María Marta García Belsunce. Se trata de la familia de la propia socióloga, y el médico de medicina prepaga que concurrió a asistir a la que a la postre moriría. La acusada masajista Michelini, fue absuelta en base a cambiar su declaración inicial, algo de dudosa moralidad y validez legal. El esposo de la asesinada, está condenado a cadena perpetua por el homicidio. Se desconocen los móviles de los presuntos partícipes, y tampoco hay pruebas, sino conjeturas basadas en que la policía y la fiscalía, no fueron bienvenidos en el velorio de la finada.


La sentencia era aguardada con expectativa, y el tribunal había anunciado la fecha con antelación y fuera de los plazos. La sentencia fue mas severa de lo esperado, y los fundamentos mucho mas pobres de lo podría imaginarse.En los puntos claves del caso, la sentencia se ingenió para no tratarlos.

El principal, que son las manchas de sangre en el lugar de los hechos, cuyo ADN ha sido descifrado pero no es comparado con tres sospechosos principales del crimen muy distintos a la cooperativa familiar condenada.

Uno es la esposa de un vecino del barrio privado, Nicolás Pachelo, que se había dedicado después del 2001, a robar llaves de propiedades para buscar efectivo salvado del corralito. Este señor no coincidió con los perfiles de ADN encontrados, pero no se hicieron análisis a dos compinches que usaba en copamientos realizados en la época, ni a su compañera Inés Dávalos Cornejo, a pesar que al menos una testigo afirmó que le pareció verla en el lugar del crimen.(testigo Nora Taylor).

El examen de ADN de estas personas, en caso de ser negativo, si bien no es una prueba radical de inocencia, beneficiaría grandemente su posición, y posiblemente las desvincularía del caso, así que ellos deberían ser los principales interesados en el análisis.

Los jueces ven a la prueba de ADN con desconfianza, a pesar que ha sido usada con éxito para averiguar la causa de la muerte del Rey Tutankamón hace mas de tres milenios (se descartó homicidio), y es usada diariamente en la misma Argentina en las causas por desaparecidos durante la dictadura.

El otro tema relevante, aunque de importancia muy menor, fue la absolución de la masajista Michelini, en permuta de un cambio de su declaración inicial, la que había sido tomada ante el poder judicial, y en presencia de abogados y fiscales.

El cambio de declaración es un procedimiento francamente inmoral, que se hizo a vista y paciencia de toda la sociedad Argentina.

En el derecho comparado los fiscales pueden hacer arreglos con los acusados, e incluso administrar rebajas de pena y absolución a cambio de cooperación en el proceso como determinar hechos, encontrar indicios (por ejemplo el arma), etc. Estos arreglos además deben ser autorizados por el Juez. Un mero cambio de declaración, es totalmente nulo, porque se hace en base a un interés incompatible con la imparcialidad, la verdad y la objetividad que debe tener un testimonio.

En definitiva fueron condenados por el Tribunal Oral Criminal Nº1 de San Isidro:-Guillermo Bártoli, (cuñado) 4 años-Horacio García Belsunce, (hermano) 3 años y seis meses-Juan Carlos Hurtig (medio hermano) 3 años y 6 meses.-Juan Ramón Gauvry Gordon (médico) 3 años-Sergio Binello (vecino) 3 años-Beatriz Michelini (masajista) absuelta.

Los homicidas materiales, que dejaron las manchas de sangre en el lugar del crimen (dos hombres y una mujer) no están identificados y no se han tomado medidas tendientes a ello. Sin embargo sigue vigente una recompensa de 150000 pesos argentinos para quien aporte elementos de su identificación.

Al final de la audiencia de lectura de sentencia, hubieron llantos, gritos y hubo que desalojar la pequeña sala del juicio oral.El señor Bártoli, tuvo demostraciones de disgusto y un acceso nervioso importante. No tenía mucha razón el señor Bártoli.

Fíjense lo que le pasó al señor Michael Morton, de Austin, Tejas. En 1986, Morton (entonces de 32 años) trabajaba en una tienda, y deja su casa para ir trabajar, donde queda su mujer y una hija de tres años. Esa mañana la mujer fue asesinada con un arma contundente que nunca fue hallada. Los fiscales sostuvieron la mujer fue asesinada por Morton en un ataque de rabia porque ella se habría negado a tener relaciones sexuales. Fue procesado, condenado y preso por 25 años. En esa época no se había desarrollado aún las técnicas de análisis genético.

Este verano de 2011 (del hemisferio norte), usando técnicas que no estaban disponibles durante el juicio de 1987, las autoridades detectaron en una bandana ensangrentada cerca del lugar de los hechos, sangre de la víctima junto con sangre de un convicto autor de otros atentados similares, cuyo nombre no fue revelado.

El Estado de Texas declaró desde luego inocente al señor Morton con quien acordó una indemnización de 80000 dólares por cada año de los 25 años injustamente preso, y el mes pasado fue liberado con unos dos millones de dólares en el bolsillo.

Volviendo al mas triste asunto García Belsunce, puede concluirse que Argentina no debería llorar por los condenados (que en algún momento serán reivindicados) ni por los abogados y fiscales porque se sabe que la justicia humana es falible, pero llora y llorará y mucho por un sistema judicial burocrático que se niega a ver elementos obvios de la realidad, y que no tienen un interés real en el valor principal que les ha tocado administrar: la justicia.


Carlos Aparicio


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