Web Toolbar by Wibiya Caso García Belsunce: El fallo no desenmascará el crimen

lunes, 9 de julio de 2007

El fallo no desenmascará el crimen

Sea cual fuere el veredicto que pasado mañana dicte el tribunal que juzga a Carlos Carrascosa por el homicidio de su esposa, el fallo no permitirá dilucidar quién apretó el gatillo del revólver calibre 32 y asesinó de cinco balazos en la cabeza a María Marta García Belsunce en el baño de su casa del country Carmel, de Pilar, el 27 de octubre de 2002.

Esto se debe a que el fiscal Diego Molina Pico, que cree en la culpabilidad del viudo, cree que Carrascosa no habría actuado solo. A esto hay que agregar que, después de más de cuatro meses de audiencias, ninguno de los más de cien testigos que declararon pudo ubicar al acusado en la escena del crimen en el momento en que su mujer era asesinada. "Se trató de un asesinato cometido puertas adentro, sin testigos", dijo el fiscal en su alegato.

Además, en el lugar reservado a los acusados en el juicio que se desarrolló en los Tribunales de San Isidro no estuvo ninguno de los familiares de la víctima a los que el fiscal mencionó como presuntos partícipes junto con Carrascosa: Irene Hurtig, media hermana de García Belsunce, nunca fue imputada en la causa y el esposo de ella, Guillermo Bártoli, fue procesado por encubrimiento, y la elevación a juicio de su caso fue apelada.

Hace tres semanas, después de que Carrascosa dijera sus últimas palabras, los jueces María Angélica Etcheverry, Hernán San Martín y Luis Rizzi comenzaron a redactar y a fundamentar el veredicto que, aun cuando sea condenatorio, no le pondrá nombre y apellido al directo asesino de García Belsunce.

Los jueces, que se tomaron el máximo de plazo dispuesto por el Código Procesal Penal bonaerense para escribir la sentencia, tienen tres opciones: condenar a Carrascosa por el homicidio, absolverlo del crimen pero condenarlo por el encubrimiento, o absolverlo de ambas imputaciones.

Para evaluar si Carrascosa cometió o no los delitos de los que está acusado, los magistrados utilizarán el llamado sistema de la sana crítica. Según la doctrina, esto implica que una decisión de Estado, como es una condena, debe derivar de un acto fundado, es decir, que debe estar justificado y basarse en los principios de la ciencia y de la lógica. Por tal motivo,en el momento de analizar la conducta del acusado, los magistrados deberán establecer si existen pruebas directas y si existen indicios concordantes.

Antes de dar el veredicto, los jueces deberán resolver si el alegato del fiscal fue nulo, tal como lo plantearon los abogados de Carrascosa, Alberto Cafetzoglus y Hernán Diego Ferrari, quienes consideraron que Molina Pico no explicó cómo mataron a García Belsunce ni el móvil del homicidio. También sostuvieron que la acusación alternativa (el fiscal pidió que, si no era por homicidio, el viudo fuera condenado por encubrir el crimen) era ilegal; alguien que mata a una persona no puede encubrirse a sí mismo, sostuvieron.


PIEZAS QUE FALTAN

En su alegato, Molina Pico sostuvo que Irene Hurtig y Guillermo Bártoli "estuvieron en el lugar en el que a María Marta la molieron a golpes y la asesinaban". Pero no pudo establecer quién disparó, y los testigos tampoco colocaron a los familiares en la escena del crimen entre las 18.20 y las 19.07, cuando Carrascosa pide una ambulancia para atender a su mujer.

Los análisis de las cinco balas encontradas en la cabeza de la víctima y del proyectil que el otro medio hermano de la víctima, John Hurtig, arrojó por el inodoro al confundirlo con un "pituto", tampoco revelaron la marca del revólver del que salieron.

A partir del trabajo de los peritos de la Gendarmería, el fiscal pretendía demostrar que las balas habían salido de un revólver Orbea calibre 32, misma marca y calibre que tenía registrado a su nombre un sobrino de Carrascosa que vive en Corrientes.

Pero los abogados del imputado presentaron como prueba de descargo una fotocopia certificada de la causa penal que abrió en su momento la Justicia correntina por el robo de dicho revólver y de dos chequeras que pertenecían a Horacio Eduardo Ognio, el sobrino mencionado.

Entre otros indicios, la clave para definir la suerte de Carrascosa -si es que el tribunal no declara nula la acusación del Molina Pico- estaría ligada a los movimientos de los protagonistas en el country durante los 60 minutos previos al homicidio.


DESTINOS ATADOS

Durante los más de cuatro meses de audiencias los interrogatorios del fiscal, de los defensores y de los representantes de la querella apuntaron a tratar de establecer si Carrascosa había o no asesinado a su esposa y si, junto con un grupo de familiares de la víctima, había intentado encubrir el homicidio. Se habló más del presunto encubrimiento que del asesinato.

Carrascosa siempre sostuvo que había encontrado a su mujer tirada en la bañera, y que en ese momento creyó que ella había muerto por un accidente doméstico. Pero en la autopsia, realizada más de un mes después, se estableció que García Belsunce había sido asesinada de cinco balazos en la cabeza y que se había falsificado su certificado de defunción, haciendo constar una muerte por paro cardiorrespiratorio no traumático.

Para el fiscal, Carrascosa, Horacio García Belsunce (h.); Constantino Hurtig, padrastro de la víctima; John Hurtig; Bártoli y el vecino Santiago Binello habrían realizado una serie de maniobras para ocultar el crimen.

Sin embargo, los defensores de Carrascosa y los mismos familiares aseguran que nunca hubo tal encubrimiento; por el contrario, dicen que la familia actuó para que se descubriera quién mató a María Marta García Belsunce y aportó pruebas que el fiscal nunca siguió.

Carrascosa declaró tres veces en el debate: apuntó a su ex vecino del country Carmel Nicolás Pachelo y a un grupo de vigiladores como los supuestos responsables del homicidio de su mujer, en ocasión de un robo.

Más allá del veredicto, Carrascosa no será el único afectado por la sentencia. Del fallo dependen también los destinos de los familiares de la víctima acusados de encubrimiento. Y una absolución completa complicaría el futuro del fiscal Molina Pico.


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