Web Toolbar by Wibiya Caso García Belsunce: Piden cárcel para familiares

martes, 20 de septiembre de 2011

Piden cárcel para familiares


La fiscal del juicio por el encubrimiento del homicidio de María Marta García Belsunce solicitó penas de hasta seis años de prisión para tres familiares, un amigo y el primer médico que revisó a la víctima el 27 de octubre de 2002. En cambio, pidió la absolución de la masajista, una de las primeras personas en ingresar en la casa del country Carmel y tomar contacto con el cuerpo de la víctima, a poco de haber sido asesinada de cinco disparos, aquella lluviosa tarde de domingo.
Laura Zyseskind requirió, en su alegato ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 1 de San Isidro, seis años de cárcel -la pena máxima prevista para el delito de encubrimiento agravado- para Guillermo Bártoli y Horacio García Belsunce (h), cuñado y hermano de la víctima, respectivamente, y para el médico Juan Ramón Gauvry Gordon, para quien también solicitó la inhabilitación para ejercer la medicina por idéntico lapso. Para el medio hermano de la socióloga asesinada, Juan Carlos Hurtig, reclamó cinco años de prisión, y para el vecino del country de Pilar y amigo de María Marta, Sergio Binello, cuatro años y medio.
Los acusó de haber realizado diversas acciones tendientes a evitar que se supiera del crimen, a eludir la acción de la Justicia y, en definitiva, a lograr que el autor o los autores del homicidio salieran impunes.
En cambio, decidió no acusar a Beatriz Michelini, la masajista que había ido al country para su habitual sesión con la víctima, y a la que le realizó, en vano, tareas de reanimación, antes de limpiar la escena por indicación de Gauvry Gordon. Zyseskind entendió que no se había podido probar que Michelini actuó como lo hizo a sabiendas de que estaba ante un crimen, sino que había sido convencida por la familia de que se había tratado de un accidente.
Durante las cuatro horas de su alegato, según pudo reconstruir la agencia de noticias Télam, la fiscal ubicó a Bártoli y a su esposa, Irene Hurtig, en la escena y en el momento del crimen. Basó tal afirmación en la grabación de la llamada que el marido de la víctima, Carlos Carrascosa, hizo a las 19.07 a la empresa de medicina prepaga OSDE para pedir una ambulancia a las 19.07, en la que de fondo se oye a un hombre y una mujer decir frases que sugieren que se estaba manipulando el cadáver.
"Cerrá la puerta... Está muerta", dijo la fiscal que se le oía decir al hombre al que identificó como Bártoli, quien, según Zyseskind, inició las maniobras tendientes a encubrir el homicidio y montó una escena para la masajista y todos los que arribaron después al lugar.
Lo acusó de haber instalado la idea de que María Marta era torpe y de que su muerte se debió a un accidente, y le atribuyó la obtención de un certificado de defunción falsificado. Sobre este punto, dijo que en la primera funeraria a la que concurrió (Ponce de León, de Pilar), Bártoli dijo que no quería intervención policial y que en la segunda -Casa Sierra, en la Capital- mintió al decir que su cuñada se había muerto de un paro cardíaco en la ducha.
Además, Zyseskind le atribuyó haber movido el cuerpo de la víctima, haberle cambiado las ropas y haberles ordenado a las mucamas que limpiaran la casa y se deshicieran de un pantalón manchado con sangre que pertenecía a Carrascosa, con quien, según la fiscal, acordaron coartadas mutuas.
A García Belsunce (h) y a su medio hermano, "John" Hurtig, la fiscal los acusó de haber arrojado el famoso "pituto" por el inodoro a sabiendas de que se trataba de uno de los proyectiles disparados contra su hermana. "Se hizo una especie de reunión y decidieron descartarlo [aunque] la noche del 27 ya se hablaba de bala o esquirla", sostuvo.

PARAR A LA POLICÍA
Al hermano de la víctima y a Sergio Binello los acusó de haber hecho gestiones para "parar" a la policía. Recordó Zyseskind que cuando un vigilador avisó que un patrullero se acercaba al Carmel, Binello reclamó que se impidiera a toda costa que la policía ingresara al club y que "si había que pagar, [se] pagara". Y rememoró sobre García Belsunce (h): "A las 22.04 habló con la máxima autoridad policial que conocía, el comisario Angel Casafús, para que no ingresara la policía".
"Horacio no quería que le hicieran algo al cuerpo de su hermana. Lo que correspondía hacerle era la autopsia", dijo la fiscal.
En el caso del médico de emergencias Gauvry Gordon, el primero en llegar, con una ambulancia de la empresa Paramedic, la fiscal fue muy dura al afirmar: "No pudo haber desconocido que esto se trató de un homicidio. Tenía la obligación de hacer la denuncia a la policía [porque él mismo] diagnosticó una muerte traumática".


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