Web Toolbar by Wibiya Caso García Belsunce: El forense declaró que no había pegamento

miércoles, 14 de mayo de 2003

El forense declaró que no había pegamento


El testimonio de uno de los médicos forenses que efectuaron la autopsia sobre el cadáver de María Marta García Belsunce conmovió los cimientos de una de las pruebas usadas por el fiscal de Pilar Diego Molina Pico para pedir la prisión preventiva del esposo de la víctima, Carlos Carrascosa, como presunto autor de los disparos mortales.
El legista Carlos Alejandro Flores, del cuerpo médico de Policía Científica de San Isidro, declaró bajo juramento que "está seguro" de que los orificios de bala presentes en el cráneo de la víctima "no estaban pegados con ningún tipo de pegamento".
Así, el hombre que revisó palmo a palmo el cadáver de María Marta el 2 de diciembre último, cuando se corroboró que cinco balazos eran la causa real de muerte, contradijo lo que Molina Pico cree una certeza: que el viudo o sus allegados usaron un adhesivo instantáneo conocido como "La gotita" para obturar aquellos agujeros y, así, disimular el crimen al ocultar los balazos.
Flores declaró el 11 de abril último ante el juez porteño Julio Lucini, que investiga la eventual provisión de actas de defunción con datos apócrifos por parte de casas funerarias, precisamente, a partir de que se supo que en el certificado obtenido por los familiares de la víctima el 27 de octubre último, día del crimen, figuraba que María Marta había muerto por un paro cardiorrespiratorio no traumático, y no por un hecho violento.
En esa ocasión, según consta en su declaración, Flores sostuvo que el fiscal le comunicó telefónicamente, antes de la necropsia, que el cadáver de María Marta podía presentar lesiones en la cabeza presuntamente provocadas con un atizador. Y que él y su colaborador en la operación, Héctor Moreira, sólo advirtieron que las seis lesiones "contusoperforantes" que vieron eran consecuencia de sendos balazos cuando hallaron, dentro del cráneo, cinco proyectiles de plomo.
Allegados a la defensa del viudo dijeron que la declaración del forense es un punto importante en favor de Carrascosa y de su familia. No sólo porque ellos siempre negaron haber apelado a cualquier subterfugio para encubrir el crimen -tal como se les imputa-, sino porque el hecho de que un médico legista no haya podido corroborar, en una primera inspección, que las lesiones de María Marta eran producto de balazos habilita a suponer que aquellos sin experiencia en la materia también pudieron no haberlo advertido el día de la muerte.
Fuentes de la fiscalía de Molina Pico, en tanto, dijeron anoche a LA NACION que, contra lo que sostuvo Flores en su declaración, las imágenes digitalizadas del video de la autopsia demuestran que los legistas tuvieron que destapar los orificios de bala, que aparecían obturados. Y que esa impresión encontró su correlato en el último peritaje realizado por técnicos de la Asesoría Pericial de la Suprema Corte bonaerense, que reveló la presencia de una sustancia que podría contener cianoacrilato, el componente de los adhesivos anaeróbicos.

REDONDEARON LOS ORIFICIOS
Sobre este punto, LA NACION pudo recoger nuevas explicaciones. Un médico que participó de la necropsia dijo que lo que se hizo fue "redondear" los orificios, una práctica habitual en la medicina legal, a los efectos de hacer que las perforaciones producidas por las balas recuperen su forma para poder ser medidas.
Y tanto allegados a la defensa como expertos en química consultados por LA NACION precisaron que los elementos del grupo ciano o nitrilo hallados en uno de los tacos de piel de la víctima, en el que no había orificios de bala, podían provenir no sólo de "La gotita", sino de otros elementos como, por ejemplo, el fulminato de plata, que solía usarse como detonante en las balas.


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