Web Toolbar by Wibiya Caso García Belsunce: Careo entre Nora Taylor e Inés Ongay

domingo, 31 de julio de 2011

Careo entre Nora Taylor e Inés Ongay

En una audiencia que estuvo suspendida por la caída de una luminaria, una amiga de María Marta García Belsunce sostuvo ayer que la víctima tenía miedo de un vecino del country Carmel, de Pilar, donde fue asesinada el 27 de octubre de 2002.

Así lo afirmó ante el Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de San Isidro Nora Burgues de Taylor, amiga de la víctima y de su esposo, Carlos Carrascosa.

Además, Burgues de Taylor negó que se hubiera pagado para no hacer la autopsia a García Belsunce.

"Es un delirio", dijo la testigo, a quien llaman "Pichi" Taylor, sobre la acusación de que, a pedido del viudo, se había pagado para evitar que se hiciera la necropsia.

Después de su testimonio, "Pichi" Taylor fue careada con Inés Ongay, la mejor amiga de María Marta, que el miércoles pasado había afirmado, ante los magistrados a cargo del juicio por el presunto encubrimiento del homicidio, que Taylor le contó: "Como esto se podía abrir como un suicidio o un asesinato, se pagó para que se hiciera lo que el «Gordo» [Carrascosa] quería y se arregló para que no hubiera autopsia".

Ambas mujeres habían sido careadas en dos oportunidades. La última fue en 2007, cuando en el banquillo de los acusados estuvo Carrascosa. Las dos se mantuvieron en sus dichos.

"Esta es la tercera vez que nos careamos. No quiero confrontar porque es un momento terrible y las dos éramos muy amigas de María Marta. No estoy acá para atacarte ni para defenderme, sino para ratificar esa conversación que tuvimos en tu casa", dijo, en primer lugar, Ongay.

La mujer, que dijo conocer a la víctima desde los 11 años, se refería a una charla que tuvo con "Pichi" Taylor en el country Carmel de Pilar después de la inhumación de los restos de García Belsunce, ocurrida el 28 de octubre de 2002, en el cementerio de la Recoleta.

"Me dijiste que como esto se podía abrir como un suicidio o un asesinato «arreglamos para hacer lo que el ?Gordo' [Carrascosa] quería». Yo me quedé muda. No hice nada por ser una ignorante y no saber que uno podía tener acceso a una fiscalía", sostuvo, y agregó: "Yo, en tu lugar, hubiera hecho lo mismo. Pero la conversación de acá al día en que yo me muera fue así y la ratifico".

Después, tomó la palabra Taylor. "Te dije que se hizo lo que el «Gordo» había querido, pero jamás hablé de autopsia, sino de que se la enterrara en el último turno para que llegues vos [Ongay vive en Bariloche]", dijo.

"Yo jamás pagué nada. Yo no pude haberte dicho algo que no se hizo nunca. Yo me mantengo en mis dichos", respondió.

Y le preguntó a Ongay cómo era posible que después de haberle dicho eso, ella estuvo tres días más viéndose con toda la familia. "Me llamaste a los tres días para despedirte. ¿Cómo estuviste con nosotros, que somos una manga de encubridores?", expresó ante los jueces María Elena Márquez, Alberto Ortolani y Ariel Introzzi Truglia.

"Vos llegaste al fiscal [Diego Molina Pico] porque yo le di tu teléfono para que te llame a declarar. Si yo te conté semejante horror, ¿voy a ser tan idiota?", dijo Taylor, subiendo el tono hasta un punto en que el juez Ortolani le llamó la atención y el careo terminó, según informó la agencia Télam.


ZAPATILLAS MOJADAS

Antes del careo, Burgues de Taylor había declarado cerca de dos horas. Reveló que ella también había tenido dudas cuando Juan Carlos Hurtig -medio hermano de la víctima e imputado en este juicio-, le comentó que había notado que María Marta tenía las zapatillas mojadas.

"Me di manija y pensé que por ahí no fue María Marta la que se accidentó. Por ahí quiso salir por la terraza y tuvo que pasar por la bañadera; por eso tenía las zapatillas mojadas y el pantalón seco", reflexionó.

Cuando la presidenta del tribunal, la jueza Márquez, le preguntó concretamente en qué había pensado, Burgues de Taylor respondió: "En un asesinato", y allí fue cuando contó que María Marta le temía al vecino Nicolás Pachelo, porque le había secuestrado un perro por el que le pidió un rescate.

Sobre las toallas manchadas con agua ensangrentada que se usaron en la limpieza del baño y que ella juntó y puso en el lavadero, Taylor dijo, luego de un arduo interrogatorio de la fiscal Laura Zyseskind, que no recordaba bien si en ese momento notó que tenían sangre y que lo único que sabe es que las tomó "porque estaban en el piso y María Marta era muy ordenada".


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