jueves, 31 de mayo de 2007
Declaró el padre de María Marta
viernes, 25 de mayo de 2007
Confirman que no hubo pegamento
Dos testigos confirman a los García Belsunce
Ver informe del Dr. Castex
Ver escrito del Dr. Tróccoli
jueves, 24 de mayo de 2007
Hubo al menos dos personas en la escena
martes, 22 de mayo de 2007
Pachelo cada vez más complicado
Un vigilador que dijo que la tarde del crimen de María Marta García Belsunce Nicolás Pachelo no registró su salida del country, un mozo que lo escuchó hablar de asesinato y un criador de perros y una mucama que lo responsabilizaron por el "secuestro" del perro de la socióloga complicaron la situación del principal sospechoso de la familia.
Todos fueron testigos que le sirvieron a los abogados defensores Alberto Cafetzoglus y Hernán Diego Ferrari y de la querella, para intentar demostrar que Pachelo es un sospechoso que el fiscal Diego Molina Pico no investigó a fondo.
El testimonio más comprometedor para el vecino, que nunca fue imputado por el caso, fue el del ex vigilador Diego Rivero, que era el encargado de vigilar su casa de 19 a 7 de la mañana, al recordar un episodio relacionado con la salida de Pachelo del Carmel la tarde-noche del 27 de octubre de 2002.
Según Rivero, cuando Pachelo se retiró del Carmel luego del horario del crimen, "pidió que le levante la barrera la guardia para que no quedara registrada su tarjeta".
Cuando declaró en el juicio, Pachelo explicó que solía pedirle a los vigiladores que le abrieran la barrera porque había perdido la tarjeta magnética y no pensaba pagar 100 pesos por una nueva.
Más testimonios. Otro de los testigos de la defensa que complicó al principal sospechoso del crimen para la familia García Belsunce fue el mozo Miguel Angel Monzón, que ratificó hoy lo dicho la semana pasada por otro empleado del bar de una estación de servicio ubicada en ruta 25 y ramal Pilar de la Panemericana que solía ser frecuentada por los socios del Carmel.
Monzón aseguró hoy que el 28 de octubre de 2002, al día siguiente de la muerte de María Marta, Pachelo fue a desayunar a ese bar a antes de las 7 de la mañana y que le preguntó "si sabía algo de la mujer que mataron en el country".
Para la defensa del viudo este testimonio es clave porque demostraría que a 12 horas del crimen, Pachelo ya hablaba de un asesinato y no de un accidente en la bañera, como era el comentario general.
También se volvió a hacer mención del robo y desaparición del perro labrador "Tom" que la víctima atribuyó a Pachelo en una asamblea de socios realizada un mes antes de su asesinato en el Carmel.
Perros. Florindo Cometto, un criador de perros rotweiller de la localidad de Villa Rosa, afirmó que Pachelo, a quien conocía por haberle vendido un par de perros, le dejó a su cuidado un labrador negro diciendo que era del hermano que viajaba por 15 días a Mar del Plata. Cometto dijo que Pachelo nunca fue a buscar el perro, al que terminó regalando o vendiendo, y que luego recibió una llamada de un veterinario de Pilar que le dijo que podía ser el labrador de los Carrascosa, pero que a esa altura ya se había desprendido del animal.
Sobre el mismo tema declaró la mucama Cristina Barrientos, quien trabajó en Carmel en la casa de la familia Pfister y hoy señaló que escuchó a una empleada doméstica de Pachelo decir que su patrón había sido el "secuestrador" del perro de María Marta, lo había sacado en una camioneta, pedía rescate y que creía que después lo había matado.
lunes, 21 de mayo de 2007
Por qué para los fiscales Pachelo no es sospechoso?
jueves, 17 de mayo de 2007
Pachelo amenaza a la hermana de María Marta
miércoles, 16 de mayo de 2007
Más dudas sobre Pachelo
viernes, 4 de mayo de 2007
Más testigos favorecen a Carrascosa
Carlos Carrascosa, acusado ser coautor del homicidio de su esposa, María Marta García Belsunce, volvió a romper en llanto durante el juicio en su contra.
"El Día de la Madre, el fin de semana anterior al que mataron a María Marta, Carlos la trajo a comer a casa. Carlos la quería. ¿A quién se le puede ocurrir que la podía haber matado? María Marta era un ser humano excepcional. Ayudaba a la gente con tareas solidarias. Debería haber muchas María Marta", dijo Eduardo Ognio, sobrino de Carrascosa, quien agregó que su hermanó Horacio nunca le había prestado un revólver calibre 32 a su tío.
Entonces, el marido de la víctima, a quien le había comenzado a temblar la boca, no aguantó más y comenzó a llorar. En ese momento, también rompió en llanto el testigo, quien siguió con su declaración entre lágrimas y con la voz temblorosa y entrecortada.
En tanto, antes que comenzara la audiencia de ayer, se conoció la noticia de la muerte de una testigo de la defensa, Beatriz Cardozo, que trabajaba como mucama en la casa de Guillermo Bartoli, cuñado de Carrascosa.
Por otra parte, Alfredo Torres, que estaba a cargo de la proveeduría del country Carmel, sembró sospechas respecto de los vigiladores y del ex vecino Nicolás Pachelo, acusado por la familia de María Marta de estar involucrado en el asesinato ocurrido el 27 de octubre de 2002 en Pilar.
Por otra parte, se postergó el careo que estaba previsto entre dos amigas de María Marta: Nora Burgués de Taylor e Inés Ongay. Esta había declarado en el juicio que "Pichy" Taylor le había dicho que Carrascosa habría pagado para que no se hiciera la autopsia. Taylor refutó la versión de Ongay, por lo que la defensa de Carrascosa solicitó un careo. Esa diligencia debía realizarse ayer, pero sólo Taylor concurrió a los tribunales de San Isidro. Ongay no pudo viajar desde la ciudad de San Carlos de Bariloche, por lo que el careo se hará el jueves próximo.
También declaró ayer Fernando Aragón, amigo de John Hurtig, hermanastro de María Marta, quien acusó al fiscal Diego Molina Pico de no querer incluir al familiar en el acta del hallazgo del proyectil calibre 32 que el día del crimen había arrojado por el inodoro, y denunció a Molina Pico por haber amenazado a Hurtig.