Web Toolbar by Wibiya Caso García Belsunce

sábado, 12 de abril de 2003

Señor Director:

"Hace ya muchos años conocí a María Marta García Belsunce y a Carlos Carrascosa, y siempre mantuvimos una fluida y afectuosa relación. «La Negra» era un ser humano francamente excepcional, para quien la ética y la justicia eran el único modo de entender la vida; la amistad, un culto sagrado, y el trabajo, una ley natural y un desafío al mismo tiempo.

"Carlos no podría haber elegido a semejante mujer si no hubiera compartido los mismos ideales, y si así no hubiera sido, su matrimonio no habría podido durar 30 años.

"Carlos es un hombre de una paz infinita, que logró escalar con envidiable prolijidad unos pocos escalones que les dieron a él y a María la paz y tranquilidad que él soñaba todos y cada uno de sus días. Ellos vieron crecer a mis hijos y les enseñaron las mismas cosas que yo les habría enseñado, y hasta por momentos eran más rigurosos que yo misma.

"Carlos y María eran una unidad. Los hijos que no tuvieron los compensaron decenas de sobrinos, hijos de amigos íntimos, que les brindaban la oportunidad de ser «padrinos»; compromiso que ambos cumplieron con un afecto puntual que los caracterizó siempre. Carlos y María eran «Los Gordos», porque era imposible imaginarlos separados, era difícil imaginarlos discutiendo, era raro verlos enojados. Ningún padre habría entregado el cariño de sus propios hijos a alguien que no se mereciera semejante lugar.

"Cuando me enfrento al cotidiano desafío de escudriñar objetivamente las noticias de la muerte de mi amiga, me encuentro ante la descripción de un señor muy diferente del que yo conozco desde hace décadas, y me parece justo mostrar que la moneda también puede tener otra cara diferente de la que los medios nos muestran."


Alejandrina M. Ricci


Esta carta fue publicada en el diario "La Nación"

No hay comentarios :

Publicar un comentario